miércoles, 8 de agosto de 2012

Deleitarse

"Deléitate asímismo en el Señor, y Él te concederá las peticiones de tu corazón" (Salmos 37,4)

Este versículo se cumple en la vida de aquellos que creen todos los días de su vida, y el secreto está en deleitarse, es decir, hacer las cosas para Dios no por obligación o necesidad, sino por amor, con gozo y sobre todo, placer. Al hacer las cosas de esta forma, Dios nos concede no caprichos que nos pueden dañar, sino las peticiones del corazón que Él sabe que serán bendición para nuestra vida.

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