sábado, 26 de marzo de 2011

Silencio

Durante los próximos veintiún días no voy a escribir en este blog, será un tiempo de silencio. No será fácil, es importante para mí expresar aquí mis pensamientos. Es una forma de comunicar lo que hay en mi corazón para que las palabras sean una bendición para quien las lea. Es como un puente donde la distancia no existe, pero el Señor me conoce, este ayuno llegó en el momento donde más me cuesta trabajo, no obstante, estoy segura que será una gran bendición.

En el silencio Dios puede hablarnos con claridad. Estoy segura de que Él desea hablar conmigo. Confío en Él y en su dirección para mi vida. Además sé que su presencia será derramada como nunca antes en Su Iglesia que se une con un sólo objetivo, ser llenos del Espíritu Santo.

Quizás mi voluntad y mi corazón se estén quejando por este ayuno, pero para estar llena de la presencia de Dios, cualquier sacrificio es poco. Hasta pronto.

Obra maestra

¿Porqué será que, a veces, la imagen que tenemos de nosotros mismos es tan pobre? Dios no haría basura, algo inservible o inútil. No. Dios es el creador del universo, del cielo, de la tierra, del firmamento, de las estrellas... Él es el arquitecto de todas las maravillas que vemos a nuestro alrededor. 

Él nos creo. Con todas nuestras virtudes y defectos, Él nos creo. Nos diseñó antes de que naciéramos, eligió quiénes serían nuestros padres, dónde naceríamos, cómo sería nuestra infancia... cada instante de nuestra vida fue planeado para su honra. Él nos permitió tomar nuestras propias decisiones, incluso equivocaciones, pues de ese modo podríamos crecer y acercarnos más a su bondad. Aún sin merecerlo, cuando nuestros caminos estaban más sucios y perdidos, nos rescató y nos tuvo misericordia... dio su vida en la cruz para salvarnos.

Somos obras maestras de su creación. Nos prometió en su palabra que nada es imposible si creemos en su poder, en sus promesas para nuestra vida. No podemos permitir que nada en este mundo quite esta certeza de nuestro corazón. Dios nos está moldeando cada día de nuestra vida para que seamos un reflejo de su gloria en este mundo. Nadie puede decir que somos insignificantes o incapaces de alguna cosa, somos obras maestras del poder de Dios. 

Cuando un artista termina la obra maestra de su trayectoria, puedo imaginar cuán feliz se sentirá. Así Dios se siente cuando rendimos nuestro corazón a Él y permitimos que el nos moldeé como desea. Con seguridad Él sonríe al ver su obra maestra. 

jueves, 24 de marzo de 2011

Pensar en ti

Pensar en ti hace que el mundo sea distinto. Las sonrisas de los niños son más bellas, el cielo es más brillante, el aire tiene una fragancia que sólo yo percibo.
Pensar en ti me hace soñar despierta, sonreir sin motivo.
Pensar en ti es como un amanecer cuando el sol aparece en el horizonte y colorea las nubes con tonos llenos de vida.
Pensar en ti es sentir mi corazón latir con fuerza, es un motivo para despertar cada mañana.
Pensar en ti alivia la soledad, me llena de gozo.
Pensar en ti es un regalo de mi Padre, es una forma en que me mostró que me ama y se preocupa por mí.
Pensar en ti es una estrella en el firmamento, es una brisa de verano, una flor en primavera, un copo de nieve en invierno, la hoja de un árbol en otoño.
Pensar en ti me da fuerzas cuando las esperanzas se pierden, cuando las luchas vienen y sólo tengo la ayuda de Dios.
Pensar en ti es un tesoro escondido.
Pensar en ti me hace tan feliz.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Eternidad

Uno de mis escritores favoritos es C.S. Lewis, autor de las Crónicas de Narnia. Descubrí su literatura cuando tenía como ocho años, en la escuela me hicieron leer el cuarto libro de la serie y me enamoré de la historia. Un príncipe perdido, una bruja mala, gigantes, un país nevado, una serpiente y dos niños eran los héroes. Mi mamá me compró los siete libros y todas las narraciones me encantaban (aún me encantan, los leo de vez en cuando y no me pierdo las películas cuando salen).

Para mí, es el tipo de literatura infantil que deberían estar leyendo los niños ahora. Las historias son sencillas, honestas, tienen valores y como el autor era cristiano, están repletas de símbolos y alusiones bíblicas. La forma en que el escritor trata el asunto de la vida eterna es muy interesante.

Ayer estaba recordando el libro tres, donde un personaje (Ripichip) un ratón que habla, al final de la historia decide abandonar su vida en este mundo para ir al pais de Aslan (quien representa la figura de Dios). Es un diálogo muy bello. El ratón abandona su posición, sus amigos, no considera nada en este mundo y prefiere ir a alcanzar la eternidad. Declara que es la mayor aventura que vivirá.

En la Biblia dice que Dios ha puesto la eternidad en el corazón de los hombres. Cuando más crecemos entendemos que todo en esta tierra es pasajero, antes quizás yo tenía una mentalidad diferente en cuanto a la salvación, pero si ahora mi Señor me llamase, nada en este mundo me impediría de obedecer su voz. Claro que no nos gustaría dejar a nuestros seres queridos, pero nuestra salvación debe estar en primer lugar. Es el anhelo en el alma del ser humano que Dios ha colocado, ese deseo de alcanzar y poder contemplar su rostro y servirlo por siempre.

martes, 22 de marzo de 2011

Hace seis meses

Hoy me preguntaba: ¿cómo era mi vida hace seis meses? No te conocía. ¿El sol brillaría con igual intensidad? ¿Las estrellas resplandecían con la misma fuerza? ¿Los colores eran iguales? ¿La música tenía el mismo significado? No lo recuerdo.

   Desde que entraste a mi vida parece que desperté de una pesadilla, como si todo el pasado obscuro se hubiera perdido en un instante. Dios borró todos los recuerdos tristes, los malos momentos y te trajo a mi vida, hace un poco menos de seis meses. Tan poco tiempo, pero parece que han pasado mil cosas, ha sido como vivir un año cada día, una hora cada segundo. Como si cada instante fuera precioso, un tesoro escondido que viene del Señor.

    Te trajo desde un lugar lejano, en el momento en que más lo necesitaba. No sólo eso, sino que preparó el instante cierto para que nos conocieramos. Nos dio tiempo para arreglar nuestros caminos y ahora, estoy segura, nos está preparando para su plan en nuestra vida. Por eso, a pesar de la distancia y el tiempo confío en Dios, si el hizo el milagro de cruzar nuestros senderos, confío en su dirección para nuestro futuro.

   Él nos conoce mejor que nadie, Él ve dentro de nuestros corazones, Él sabe lo mejor para nuestra vida. Puede que el corazón hable fuerte, pero la última palabra viene del Señor. Cuando Él está controlando nuestra vida, todo sale bien.

   Tengo una prueba perfecta de su majestad y sabiduría. Tan sólo en seis meses pudo hacer del desierto un verdadero paraíso... aunque aún falte mucho por recorrer.

lunes, 21 de marzo de 2011

Ontem...

Ontem foi um dia muito legal. Estava tentando lembrar cuando foi o ultimo anniversario que eu disfrutei tanto. Creio que faz 8 anos desde a ultima vez que eu fiquei tao feliz neste dia.

O viajem para o Israel que eu fiz foi nesta semana, no meu anniversario. Eu creio que estava indo para o Mar Morto. A minha mae preparou una festa sorpresa no hotel. Foi tao bom. O Senhor fez algo muito especial pra mim nesse viajem. Eu posso lembrar das oracoes, os lugares que visitamos, o fato de caminhar sobre as paginas da Biblia, caminhar onde Jesus andou, cruzar o mar da Galilea... Eu acho que eu preciso um livro enteiro para contar todo o que eu amei da Terra Santa.

O mais importante, cuando eu foi lá eu estava cheia da presenca de Deus. Nao pelo fato de ter visitado Israel, mais pela comunhao con Ele. Ele fazia realidade tudos meus desejos, ainda que eu nao lhe pedisse.

Nos anos que seguirem, o meu anniversario nunca foi legal. Na verdade nao posso recordar de um... Cuando nos nao estamos fazendo a vontade de Deus para nossas vidas, ate coisas como o anniversario nao dao certo. Cada ano era muito triste, sempre tinha problemas de algum tipo. O ano passado foi o peor, creio que ninguem (so a minha familia) se lembrou de mim. Mais o que na verdade estava faltando na minha vida era a presenca de Deus.

Este ano eu foi muito feliz só por saber que Deus esta conmigo, que Ele esta guiando tudos os meus pasos, e que tudo o que eu faco e para honrar Ele. Pasei o dia enteiro na Sua presenca, com a minha mae. Ela preparou de novo uma festinha la na igreja (ela fez o bolo para mim), cuando eu voltei de evangelizar. Foi legal. O Pastor fez uma oracao por mim na reuniao, donde Ele pedeu pra Deus que o maior anseio do meu coracao virasse realidade neste ano mesmo.

Só uma coisa faltou para fazer de ontem um dia perfeito. Mais eu tenho certeza de que Deus ja me deu o maior desejo do meu coracao, como o Pastor falou, neste ano mismo o Senhor cumplira Sua promessa. Este e o ultimo ano que eu fico longe da otra parte do meu coracao.

sábado, 19 de marzo de 2011

Una mirada

Una mirada puede decir tanto cuando las palabras están perdidas.
Una mirada puede expresar todo lo que hay en el corazón a pesar de la distancia.
Una mirada es una puerta al alma de alguien especial para nuestra vida.
Una mirada es una brisa de aire fresco en un caluroso día de verano.
Una mirada es un oasis en el desierto.
Una mirada es un lucero brillante en la oscuridad del cielo nocturno.
Una mirada es un destello de esperanza cuando las fuerzas se agotan.
Una mirada es un regalo del Señor, invaluable.
Una mirada es una rosa, una hermosa flor que florece regada por la presencia de Dios.
Una mirada es un reflejo del amor de nuestro Padre.
Una mirada... sólo un instante, que encierra en sí toda la vida.

Ayer el Señor me regaló una mirada.

martes, 15 de marzo de 2011

Marcas

Hoy en la mañana, una de mis alumnas se acercó a mi escritorio y me relató algunas preocupaciones que tenía. En apariencia eran cosas sencillas, deseaba ir a la fiesta de cumpleaños de uno de sus compañeros que será el sábado, y su papá no la dejaba. Pero no era tan sencillo, sus padres se divorciaron el año pasado, por lo que pude entender su papá se la lleva a ella para que lo visite, pero su hermana menor (quien tiene dos años) se queda con su mamá. La niña estaba angustiada pues creía que su padre no querría visitarla pues su hermana está enferma.

   Después me confesó que su padre tiene mal carácter, "Se enoja si nos tardamos" me dijo, "por eso no podré ir a la fiesta de mi amigo". Yo le conté que mis padres también estaban divorciados, pero que el problema de sus padres no tiene nada que ver con ella ni con su hermana, sino que es una cuestión de adaptación, que no se preocupara, le mencioné que iba a pedirle a Dios que todo estuviera bien para su familia. La chica comenzó a llorar y me abrazó.

   ¡Cómo me impresiona ver a uno de mis alumnos llorar por el dolor que viven sus padres! Es como si me viera a mí misma. ¡Cuánto sufrimiento puede ocasionar el divorcio en un alma tan joven! Es una marca que permanece por toda la vida y sólo el Señor es capaz de borrarla de nuestros caminos. Es increíble contemplar el dolor tan profundo que puede cargar sobre sí un ser tan delicado, quien debería estar disfrutando su infancia con risas y travesuras.

    Quizás sea difícil de creer, pero no tengo recuerdos de mis primeros años de vida, hasta los siete u ocho años de edad. No recuerdo mi escuela, mis amigos, sólo algunas imágenes sueltas. Uno de los primeros recuerdos que tengo fue una ceremonia del día del padre. No sé porqué, pero yo esperaba ver a mi papá entre la multitud, estaba segura que asistiría. No puedo expresar la tristeza que sentí cuando comprendí que no iría. Pasaron años antes de poder superar este trance en mi vida.

   Dios es mi padre. Él siempre estuvo conmigo cuando nadie más se preocupó por mi. Me gustaría que mis alumnos pudieran entender esa verdad, en especial quienes viven la separación de sus padres. Saber que Dios es mi padre, fue la única forma en que pude sostenerme de pie cuando todas mis esperanzas se vinieron abajo, fue la única forma en que conseguí perdonar lo que no fue hecho contra mí.

   Durante años me he preguntado por qué Dios permitió que yo fuera maestra de primaria. Nunca traté con niños hasta que comenzé a dar clases, fue difícil (aún lo es, a veces). Pero cuando suceden cosas como hoy, entiendo que el Señor fue quien me colocó ahí para poder mostrales a mis niños una forma de acercarse a Él, aún con todas las limitaciones que tengo en el aula.

lunes, 14 de marzo de 2011

Prioridades

Hoy venía meditando, todo en nuestra vida tiene un lugar, una posición que va de lo más importante hasta lo que no es tan inmediato. Dios debe estar en primer lugar, siempre.

¿Será que es así todo el tiempo? A veces, no lo creo. Hay días cuando nuestra agenda está muy ocupada, cuando el tiempo es corto para todo lo que queremos hacer, cuando desearíamos que los días tuvieran  más de 24 horas, y nos olvidamos de poner en primer lugar al único que es digno de estar en esa posición. Hoy en la mañana sólo fue cuestión de dedicar unos minutos para leer la Biblia y meditar en ella, sólo unos minutos que me acercan más al dueño de mis anhelos y esperanzas. Lo importante es no olvidarlo, y ponerlo en verdad en el primer lugar.

Después está la familia, puede ser la pareja, o los padres... Demostrar cariño. A veces pensamos estar tan ocupados con tareas y responsabilidades que olvidamos dar un poco de cariño a esa persona tan importante para nosotros. Hoy en la mañana sólo necesité un momento para dar un beso a mi mamá. Sólo un momento para demostrarle que la quiero y que, a pesar de las muchas presiones, ella es una parte muy importante en mi vida. Lo importante es no olvidarlo, y suponer que ella ya lo sabe y que no es necesario expresarlo.

Ahora tengo que apurarme, tengo mucho trabajo aquí en la escuela. Pero Dios es quien me dirige y permite que concluya con mis responsabilidades a tiempo. Su Espíritu me llena de sabiduría, fuerza, inteligencia y disposición para conseguirlo. Por eso es importante tener las prioridades en orden, si coloco a mi trabajo, pareja, o a cualquier cosa o persona por encima de mi Señor, ¿qué podré hacer por mí misma? Absolutamente nada.

Si nuestras prioridades están en orden, todo en nuestra vida estará en orden también.

sábado, 12 de marzo de 2011

Copla LXXXVII de Gustavo Adolfo Béquer

Hoy algo de poesía española. Creo que las imágenes poéticas son hermosas.

Tu aliento es el aliento de las flores
Tu voz es de los cisnes la armonía
Es tu mirada el esplendor del día
Y el color de la rosa es tu color

Tú prestas nueva vida y esperanza
A un corazón para el amor ya muerto;
Tú creces de mi vida en el desierto
Como crece en el páramo la flor.

Encontré unos poemas super lindos. Voy a escribirlos después.

viernes, 11 de marzo de 2011

Sueños de Dios

Estoy sorprendida, hasta me parece extraño. ¡Un viernes "temprano" en casa! Hace varias semanas que no llegaba los viernes a la casa, hasta el sábado en la tarde. Podría irme a dormir de inmediato, pero hoy estuve meditando en algo importante. Cuando una persona decide entregar su vida como sacrificio en el altar para servir a Dios, ¿realmente está consiente de lo que está renunciando?

   Hace algunos años, si alguien me hubiera preguntado si deseaba hacer la obra de Dios, yo hubiera respondido sí, sin titubear. Pero hubiera sido una respuesta emotiva, yo era muy joven, la verdad no entendía la seriedad de la decisión que estaba tomando. Sin embargo, el Señor conocía la sinceridad de mi corazón, lo único que en verdad comprendía era el deseo profundo grabado en mi alma de servirlo.

   Atravesé una lucha muy fuerte, recuerdo que fue el único momento donde pensé desistir en servirlo, y casi lo hice. Decidí que no era capaz de hacer la obra de Dios en el altar, dejé que esos pensamientos poblaran mi mente y busqué una vida fuera. ¿Por qué no tener una familia, una vida económica bendecida y glorificar al Señor con un gran testimonio?

   Mala decisión. A partir de ese momento nada resultaba bien. Todos los planes que forjaba se desmoronaban uno a uno, y lo peor, es que yo sabía que no estaba realizando el propósito de Dios para mi vida. Me sentía como un pez fuera del agua, como un ave lejos del cielo, como una estrella sin brillo... Dios tuvo misericordia y me rescató. Decidí no temer más y no perder más tiempo, si el Señor desea usar mi vida, no le puedo negar nada al dueño de mis anhelos y mi aliento de vida. Él puede contar conmigo.

   Pero algo importante resultó de toda esta odisea, ahora comprendo con mayor claridad el sacrificio que significa seguir a Dios. Una persona muy especial para mi me dijo: "Yo no tengo sueños, mi objetivo es soñar los Sueños de Dios". Soñar los sueños de Dios signifíca renunciar a mi propia vida, a mis planes para el futuro, a la seguridad que podría aportar mi vida económica, a mis futuros hijos, a mi propia voluntad, a los sueños que con el tiempo forjé... no lo entendía. Significa entregar mi vida por la causa del Señor donde cualquier esperanza para el futuro está basada en la confianza de Sus promesas, pues nada garantizará mi porvenir sino Su cuidado, providencia y protección. Abandonar a mi familia, a mi madre, a mi padre y a mis hermanos por seguir a mi Señor.

   Soñar los sueños de Dios, eso no se dice sólo con palabras, se vive cada instante hasta que estemos cara a cara con el Señor. Es una decisión que está inmersa en mi sangre, aunque traté de resistirlo durante algún tiempo, no pude. Es como el respirar, el propósito de mi vida. Ahora no tengo ninguna seguridad con el mañana, pero no me importa. Confío en Dios, sé que Él cuida de mis caminos y sólo deseo que mi servicio, hoy, sea agradable a Él. Anhelo ver su rostro cuando mi aliento en este mundo se agote y me diga: "Siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor".

   Por fin, por vez primera, comprendo lo que significa seguir a Dios. Pero también, por vez primera, estoy segura de Su voluntad para mi vida. Él me está llamando, lo ha hecho durante tanto tiempo... no resistiré su voz. Sé que no soy mucho, tengo mil fallas y me falta mucho por aprender... pero Dios puede contar conmigo.

Desierto

¿Se imaginan cómo es vivir en un desierto? Caminar por un rumbo solitario, donde la única compañía es la brisa, sin nadie alrededor.  ¿Cómo resistir la soledad? El calor es sofocante durante el día, el frío es intenso durante la noche, no hay descanso para el organismo. Cada día es un nuevo desafío donde la capacidad de supervivencia es probada, pues la propia vida está en riesgo.

   Dice en la Biblia que el Espíritu Santo llevó al Señor Jesús al desierto, ¿por qué? ¿Por qué Dios, quien es Padre, permite que sus hijos atraviesen un lugar tan peligroso? Creo que el motivo es el gran amor que nos tiene, Él sabe que para crecer y madurar debemos depender exclusivamente de Él, no de nuestras fuerzas, capacidades o logros. A veces, cuando todo está bien en nuestra vida olvidamos que somos como niños, que solos nada podemos hacer, y que necesitamos del Señor para cada aspecto de nuestras vidas.

   Es en medio del dolor intenso, de la soledad, de las decepciones, de las amarguras más profundas de nuestra vida, cuando disfrutamos de un verdadero acercamiento a Dios. Es decir, cuando estamos en un pozo de aguas peligrosas, donde cada gota puede representar el fin de nuestra vida, cuando bebemos el agua de la vida.

   También puedo imaginar cómo se ven las estrellas durante la noche en un desierto. ¡Qué grandeza! Un destello maravilloso de la majestad del Señor. Han sido los peores desiertos donde Dios se ha manifestado con mayor fuerza en mi vida. Han sido los momentos más difíciles, pero si fuera necesario los atravesaría nuevamente. Por un instante en la presencia del Señor, cualquier sacrificio es poco.

Quizás ahora estoy luchando contra la soledad de un desierto. Pero sé que no estoy sola. Dios camina conmigo, a cada paso que doy estoy segura de su presencia que me acompaña.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Nuestras palabras

Dios nos pide que seamos cuidadosos en lo que le prometemos. En el mundo actual la palabra ya no tiene el valor de antes. En el pasado, los contratos se realizaban por medio de la palabra, en el libro de Ruth, por ejemplo, la Biblia dice que Booz arregló el contrato frente al pueblo por medio un acuerdo oral y el intercambio de su zapato. ¡Imaginemos si ese contrato hubiera sido efectuado en los tiempos de hoy! Con seguridad Booz hubiera perdido sus heredades en un engaño. En la actualidad tiene más importancia los documentos escritos pues la palabra del hombre ya no tiene valor.

   No obstante, para Dios el valor de la palabra no ha cambiado. Él creó el universo, muestra su voluntad y trae salvación por medio de ella. Dice en la Biblia que nuestro hablar debe ser "si, si, no, no", ya que por medio de lo que decimos seremos salvos o condenados. ¡Cuán importante es ciudar lo que hablamos! En Proverbios hay más de diez advertencias sobre los frutos de la lengua, se dice que quien ahorra palabras guarda su vida... tal parece que ser una persona callada es una bendición.

   Con respecto al Señor, cada vez que prometemos algo en su presencia debemos comprender que es como si firmaramos un contrato, para Él, nuestra palabra debe ser un reflejo de lo que vivimos. No podemos hacer votos a la ligera, pues así como Él nunca nos olvida, tampoco olvida las promesas que le hacemos.

   Hace un tiempo recordé una promesa que le hice a Dios. Para ser sincera, ya la había olvidado, pero Él no. Un día cuando le decía a Dios que podía contar conmigo, aquella promesa vino a mí. Fue un recuerdo claro, habían pasado muchos años, nadie me había visto realizarla, es más, no le había contado a nadie. Pero el Señor sí, Él me estaba recordando lo que le prometí en aquella ocasión.

    Así como deseamos que Dios cumpla en nuestra vida Sus promesas, debemos cumplir todo lo que hablamos para Él. ¿No es así como deseamos que nos cumplan lo que prometemos? Pues Dios anhela nuestra fidelidad en el hablar más de lo que podríamos suponer.

martes, 8 de marzo de 2011

Soledad (2)

Señor, gracias por nunca dejarme sola.

Desde que tengo memoria he tenido que depender de mi misma. Cuando era pequeña, mis padres se divorciaron. Gracias por permitir que mi abuela nos cuidara, mi mamá tenía que trabajar todo el día; salía a las 5 de la mañana y volvía a la medianoche. Gracias por darle fuerzas y valor para luchar por nosotros.

  Me acostumbré a estar sola, era doloroso; extrañaba a mi padre, casi no nos visitaba. Mamá sufrió una fuerte depresión, ella me contó que deseaba morir. Se encerraba en su cuarto por horas y nos dejaba solos, gracias por impedir que cometiera una locura. Yo me refugiaba en los libros. Aún puedo ver a mi abuela leyendo una novela, yo me sentaba junto a ella y devoraba libro tras libro, intentaba huir de mi realidad. Gracias por mis hermanos, juntos disfrutamos mucho nuestra niñez, eramos un equipo contra la adversidad que nos rodeaba, en especial Juan José (mi hermano mayor) quien intentaba cuidarnos todo el tiempo.

   Cuando tenía diez años, mamá conoció la iglesia, poco después tuvo un encuentro con Dios. Yo me tardé algún tiempo más, gracias por permitirme conocerte. Cuando te encontré, por primera vez en mi vida, no me sentí sola, entendí que eres mi amigo, mi maestro, mi Señor y, lo más importante para mí, mi padre. Sí, Tú te preocupas por mi, me guías y orientas, me guardas en la sombra de tus alas.

   Al pasar del tiempo, mamá tuvo que dejar de trabajar, me vi en la necesidad de ayudar a sostenerla económicamente, gracias por abrirme las puertas, a pesar de mi carencia de condiciones para conseguirlo. Mi abuela murió, creo que ese fue el peor dolor que enfrenté en la vida. A partir de ese momento, nadie nos ayudó, ni mi papá, ni mis tíos, mis hermanos se fueron de la casa, sólo eramos Tú y yo. ¿A quién más necesitaba? En los momentos de mayor dolor en mi corazón, siempre has estado a mi lado, nunca me desamaparaste.

   Sin embargo, estos días me ha sido difícil enfrentar la soledad. Ahora bien, no me guío por lo que siento, sino por mi fe. Tú estás conmigo, nada puede cambiar esa verdad. Tú me cuidas, Tú estás pendiente de cada aspecto de mi vida.

   Gracias por permitirme conocerlo, lo trajiste a mis caminos, no sé cómo agradecerlo. Él es la parte extraviada de mi alma, parece que su corazón está ligado al mío por un lazo invisible. Desde que lo conozco nada ha sido igual, cada nuevo amanecer es un regalo sólo por saber que, de alguna forma, él está presente.  Gracias por nunca olvidarme.

   Señor, gracias por nunca dejarme sola.

jueves, 3 de marzo de 2011

Un respiro

Por fin, después de varios días puedo sentarme a escribir. A veces me pregunto cómo organizar mi tiempo para completar todas las actividades que realizo. Estos días fueron apresurados, pero ya todo pasó. Ayer mi organismo me exigió un momento de descanso para esta rutina acelerada.

   Hoy siento que estoy tomando un respiro, como si hubiera atravesado una tormenta. ¿Cómo se habrán sentido los discípulos cuando Jesús calmó la tempestad? Imagino su miedo antes de que el Señor tomara cuenta de su situación. No obstante, también puedo imaginar cuánta paz sintieron cuando el mar se calmó, las aguas se tranquilizaron y el vendaval se convirtió en una suave brisa.

    Ayer, cuando salí de la iglesia, sentí que ya no tenía fuerzas. ¡A veces desearía vivir más cerca de la iglesia! En una oración le pedí a Dios que me ayudara a llegar. Jesús se encargó de todo lo demás, hubo asiento en el camión (es terrible tener que estar parada durante una hora cuando no hay lugar), llegué rápido y caí rendida en cuanto me acosté a descansar un segundo.

   Hoy me levanté en la mádrugada, lista para otro día más, otra batalla, otro desafío, otra oportunidad de ver la manifestación del poder de mi Dios. Este momento pasó, con seguridad vendrán otros más difíciles. Pero no hay problema, Dios está conmigo, Él me cuida, me protege, me alienta a seguir adelante, a nunca darme por vencida y a soñar con el día cuando mi jornada en este mundo termine y pueda estar cara a cara frente a Él.

   ¡Qué día tan hermoso! El sol resplandece con sus rayos cálidos en esta mañana, mi ánimo se levanta. ¡Cuán feliz me siento de tener al Señor Jesús en mi vida! Aún tengo mil ocupaciones, objetivos, luchas en mi camino, también sé que no todos los días tengo la misma fuerza, pero lo bueno es que no dependo de mi fuerza, sino de la de mi Padre, si Él toma cuenta de mi cuenta de mi vida, cualquier esfuerzo vale la pena.