sábado, 26 de marzo de 2011

Obra maestra

¿Porqué será que, a veces, la imagen que tenemos de nosotros mismos es tan pobre? Dios no haría basura, algo inservible o inútil. No. Dios es el creador del universo, del cielo, de la tierra, del firmamento, de las estrellas... Él es el arquitecto de todas las maravillas que vemos a nuestro alrededor. 

Él nos creo. Con todas nuestras virtudes y defectos, Él nos creo. Nos diseñó antes de que naciéramos, eligió quiénes serían nuestros padres, dónde naceríamos, cómo sería nuestra infancia... cada instante de nuestra vida fue planeado para su honra. Él nos permitió tomar nuestras propias decisiones, incluso equivocaciones, pues de ese modo podríamos crecer y acercarnos más a su bondad. Aún sin merecerlo, cuando nuestros caminos estaban más sucios y perdidos, nos rescató y nos tuvo misericordia... dio su vida en la cruz para salvarnos.

Somos obras maestras de su creación. Nos prometió en su palabra que nada es imposible si creemos en su poder, en sus promesas para nuestra vida. No podemos permitir que nada en este mundo quite esta certeza de nuestro corazón. Dios nos está moldeando cada día de nuestra vida para que seamos un reflejo de su gloria en este mundo. Nadie puede decir que somos insignificantes o incapaces de alguna cosa, somos obras maestras del poder de Dios. 

Cuando un artista termina la obra maestra de su trayectoria, puedo imaginar cuán feliz se sentirá. Así Dios se siente cuando rendimos nuestro corazón a Él y permitimos que el nos moldeé como desea. Con seguridad Él sonríe al ver su obra maestra.