martes, 15 de enero de 2013

Digna de confianza

A veces, cuando estoy pasando por alguna situación difícil y empiezo a sentirme preocupada, parece que Dios me preguntara, ¿confías en mí? Es la única pregunta necesaria, inmediatamente me quedo tranquila, es simple: confío en Dios. ¿Qué representa esa confianza? Lo considero como alguien quien puede ayudarme, en quien puedo depositar todas mis preocupaciones pues no las dejará de lado, sino que es capaz de responder a mis peticiones y que sabe lo mejor para mí.

Mientras leía el libro de la Mujer V esta semana, me quedé pensando, ¿será que Dios confía en mí? ¿Será que mi familia confía en mí? ¿Mi novio? ¿El grupo joven? ¿Será que ellos consideran que soy alguien competente para cumplir con mis responsabilidades o he dejado que desear por mis actitudes?

Una persona digna de confianza es madura, responsable. La responsabilidad es el termómetro de nuestra madurez, si queremos saber qué tan maduras somos debemos analizar cuan responsables hemos sido en todo, en nuestra casa, escuela, nuestras finanzas, apariencia, nuestra salud.

Imagina cuan maravilloso sería que Dios confiase en nosotras como nosotras confiamos en Él y, si Dios puede confiar en nosotras, entonces también nuestra familia, pareja, jefe, en fin, si somos dignas de confianza damos un paso para ser una mujer virtuosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario