sábado, 5 de enero de 2013

Valor de mujer

Soy fan de las películas y libros ingleses en especial de la época victoriana, de fines del siglo XVII y principios del XVIII. Este era un tiempo muy diferente para las mujeres de lo que vivimos hoy en día. Era aquel tiempo donde se usaban vestidos largos, la mujer aprendía a coser, dibujar, bordar, tocar algún instrumento, cantar. Ellas, a diferencia de nosotras, no tenían tantas oportunidades, su mejor opción en la vida era casarse bien, si no lo conseguían se arriesgaban a la miseria económica. Tampoco contaban con las comodidades que vivimos hoy, horno de microondas, lavadora, licuadora, automóvil, supermercado, computadora o internet.

Hay una escritora, Jane Austen, quien vivió en aquellos tiempos y que, a través de sus novelas retrata la vida cotidiana de las mujeres en su época. Me encantan sus libros. Son novelas románticas, casamenteras, donde la protagonista se enamora y se casa con el hombre de sus sueños. Supongo que  eso tiene que ver con mi gusto por ellos, pero hoy mientras leía la introducción al libro de la Mujer V, de Cristiane Cardoso medité en algo más. El placer que tengo de esta clase de literatura tiene una raíz distinta: el valor que la mujer tenía entonces.

Quizás no gozara de los muchos beneficios que tenemos hoy en día, pero la mujer en ese tiempo era valorada. El hombre consideraba una honra casarse con una joven de buena familia y reputación. Se cuidaba y guardaba el honor de la doncella, no había contacto físico entre ellos sino cuando bailaban, el cortejo tenía una serie de normas que las resguardaban como un tesoro valioso. El peor horror que una familia podía imaginar era la pérdida de la virtud de una de las jóvenes en la casa.

Hoy en día es distinto, disfrutamos de comodidades, lujos, oportunidades mejores, pero ya no se nos valora así. Si la chica queda embarazada se considera algo malo, pero normal en estos días; si la chica se viste sensual y sin discresión se estima como algo común. Hay inumerables ejemplos. Pero, ¿cómo hacer para que se nos valore?

En el libro la autora dice algo muy importante: "si no nos valoramos nosotras mismas, ¿quién lo hará? Si quiero que me traten como una dama, debo tratarme como una dama, este es el secreto y lo que aprendí esta semana en este capítulo del libro la Mujer V. Así, aunque no viva en el siglo XVIII (algo que, por cierto, es una gran ventaja en muchos aspectos) puedo valorarme como lo hacían antes, por medio de mi apariencia, carácter y mis actitudes.

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