domingo, 17 de julio de 2011

Nostalgia

Es tarde. Estoy cansada. Debería de estar ya descansando pero no puedo. Por un lado no puedo olvidarte, me haces falta. Por otro lado hoy fue un día maravilloso (cuando digo día, también me refiero a la noche de ayer). En la reunión de las cuatro, me senté y por un momento observé el nombre Jesucristo es el Señor, en ese momento Dios confirmó en mi corazón una seguridad, una paz de que mi sacrificio le había agradado, que Él ya dio una orden y todo está en sus manos.

Eso no me impidió sentir falta de ti. Eso hizo que el día fuera más largo, cómo te extrañé. Los asientos, los salones, las ventanas, los cuartos, todo me trae recuerdos de ti. Creo que ya no sé cómo vivir sin ti en mi vida. Pero ni la soledad consigue apagar la certeza que arde en mi corazón. Dios ya actuó en nuestro favor. Estoy segura.