jueves, 26 de mayo de 2011

Zorras ¿grandes o pequeñas?

A veces queremos llamar la atención de Dios a través de grandes acciones y sacrificios, esa es una actitud es correcta y necesaria, pues, de otro modo, nuestra vida permanece estancada por los problemas y obstáculos que se atraviesan en nuestro camino. Ahora bien, ¿será que sólo podemos llamar su atención por medio de cosas grandes?

Hoy estaba meditando sobre eso y Dios habló en mi corazón. ¿Será que Él se puede agradar de una persona que busca hacer las cosas bien en la iglesia, pero en su trabajo es irresponsable? ¿Será que se alegra de que un siervo de Dios intente servir de corazón en la iglesia, pero en su casa prefiera ser servido? No lo creo. Es maravilloso tener un buen testimonio en la iglesia, pero el mejor testimonio debe ser entre las personas que no conocen a Dios, pues es una forma de llevar el Evangelio sin palabras. ¿cómo conocerán al Señor si los cristianos lo muestran con sus actitudes?

Deseo llamar la atención de mi Dios en todo, con grandes sacrificios y mis acciones diarias, con mi amor, responsabilidad, mis acciones, en todo. No quiero engañarme, aunque haga grandes cosas si fallo en las pequeñas, entonces ¿que me queda? Es como la parábola de las zorras, a veces nos cuidamos de las grandes pero las pequeñas son las que producen mayor perjuicio en la vida de quien busca agradar a Dios.