sábado, 19 de febrero de 2011

Corazón

El corazón late con fuerza. Sólo un instante transforma por completo todas las preocupaciones de la semana en un dulce destello de esperanza. Tan cerca... tan lejos. Le pido a mi corazón que se controle, le pido al Señor que guarde los sentimientos de mi alma, que me ayude a dominarlos. Pero parece que el corazón no escucha razones. ¿Será que late de forma distinta? Como latieran dos corazones en un ser.

   El Señor sabe cuán duro es obedecer en esto. Creo que Él está viendo mi sinceridad en agradarlo, el deseo profundo que guardo en mi interior de hacer su voluntad. Estoy segura, el sacrificio que hoy realizo es una siembra para el futuro, cada instante de ausencia será la semilla de una vida llena de bendiciones. Donde ahora hay nostalgia, habrá alegría. Donde hay tristeza, habrá amor. Dios está viendo todo el esfuerzo en agradarlo, si algo he aprendido es que Él nunca lo olvidará. Honrará cada día de sacrificio por hacer las cosas a su manera, y no a la mía.

   Esa es mi certeza, aunque no consiga hacer más sencilla la prueba que hay que enfrentar hoy. Seré valiente, sigo adelante. Dios recompensará cada segundo de separación que estoy entregando sobre su altar como una ofrenda agradable. El Señor traerá la honra, transformará el desierto en paraíso.

   Tranquilo corazón, aguanta un poco más... muy pronto Dios traerá tu consuelo.