miércoles, 23 de febrero de 2011

Integridad

¡Cómo es importante cuidar cada paso que damos en nuestra vida! A veces, actuamos sin pensar en las consecuencias de nuestros actos y nos acarreamos problemas a causa de las malas decisiones que tomamos. En especial, cuando crecemos, nos envolvemos en conflictos y dificultades que probablemente podrían haberse evitado si hubiéramos estado más atentos oír la voz de Dios y no la de nuestro corazón engañoso.

   Ese corazón que es atraído por el mal hacia las cosas que no agradan a Dios. Por ejemplo, sabemos que los chismes y las murmuraciones son contrarias a la voluntad del Señor, que dañan a las personas y nos hacen quedar mal. Sin embargo, a veces cuando alguien nos cuenta uno... en vez de cerrar los oídos y huir del mal, nos quedamos a escuchar algo que se convertirá en una maldición para nuestra vida. Todo cuidado es poco cuando hablamos de nuestra salvación.

   Dice en la Biblia que :"más vale la buena fama que el buen perfume" Es lógico que siempre existirá alguien que hable mal de nosotros. Sin embargo, eso debe ser porque el diablo trata de manchar la reputación de aquellos que son de Dios, no porque nuestro comportamiento da pie a ello. Es tan importante, que es una forma de ganar a aquellos que no conocen al Señor por causa de nuestro testimonio.

   Es por eso que debemos ser cautelosos y recordar, a cada instante, que todo lo que hacemos en la vida tiene consecuencias. Pedir a Dios dirección y sabiduría en nuestro ver, hablar, pensar y actuar; para que Su dirección nos de un carácter semejante al del Señor Jesús. Los fariseos lo acusaron frente a Pilatos, con su boca llena de mentiras, más el gobernador romano tuvo que admitir que no hallaba falta en Jesús, debido a su integridad y seriedad de carácter. ¿Será que Dios no puede hacer lo mismo en nosotros?